Leyenda de Cal Xamal

Hace muchos años, entre Fals y Fonollosa, había una casa, cal Xamal, que se encontraba completamente aislada. En esta casa vivía un hombre con su sirvienta. Como no tenían a nadie por los alrededores que les pudiese ayudar, explicaron que si alguna vez tenían un problema pondrían una luz en la ventana y sacarían una sábana blanca.

Un día, por la noche, unos ladrones entraron a robar el ganado. El dueño de la casa oyó los gritos de los animales y ordenó a la sirvienta que desplegase la sábana blanca en la ventana. El dueño dijo a los ladrones que se fueran que llegaría su hijo. Los ladrones, sin hacerle caso, mataron a la sirvienta, que no tuvo tiempo de terminar de desplegar la sábana, y malhirieron al dueño. Pensando que los dos habitantes de la masía estaban muertos, los ladrones cogieron todo lo que quisieron y escaparon.

El dueño, sin embargo, se pudo levantar y puso la luz fuera.

El hijo, que vio la señal en la ventana, llegó a la casa y encontró con vida al padre y lo llevó  al hospital.
Hoy día, de cal Xamal solo se conservan las paredes, la puerta, las escaleras y las ventanas; pero lo más curioso de todo es que, si entráis, todavía podréis observar una pequeña mancha de sangre, que supuestamente debió caerle al dueño al levantarse para poner la luz y la sábana en la ventana.

Cal Xamal es, en estos momentos, el punto de encuentro del municipio por la diada del Once de Septiembre. Se renueva la señera que se deja todo el año y se canta el himno de Catalunya.

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